Un cliente llama al estudio de su abogado y dice:
.- Quisiera hablar con el doctor.
La secretaria, apesadumbrada, contesta:
.- Lo siento mucho, no será posible. El doctor murió
El cliente corta y diez minutos después, en una nueva comunicación
pregunta:
.- ¿Puedo hablar con el doctor?
La secretaria informa nuevamente:
.- Lo siento mucho, no será posible. El doctor murió
Poco después, nuevamente, el mismo cliente llama y dice:
.- Quiero hablar con el doctor
La secretaria, irritada, dice:
.- Estimado señor, usted ya llamó tres veces y ya le dije que el abogado murió. ¿Por qué insiste?
.- ¡¡¡Ah!!!! -exclama el cliente.- ¡¡¡es que me causa tanto placer oír esto!!!…