Había una cotorrita que volaba contentamente cuando de repente avista una gran tormenta. Apresura su vuelo y desciende en busca de refugio. La tormenta se acerca rápidamente y la cotorrita no halla un lugar donde protegerse de semejante aguacero cuando de repente divisa a lo lejos la casita de un pájaro situada en el tronco de un árbol. Sin perder tiempo, la cotorrita vuela hacia la puerta y comienza a golpear.
Unos segundos mas tarde el pájaro se asoma y la cotorra le dice:
- Buenos días pájaro, podría quedarme en tu casa hasta que termine la tormenta?
El pájaro responde de mal modo:
- Mira cotorrita, acá no hay lugar así que anda a otra parte.
-Y cierra la puerta bruscamente.
Los primeros truenos se oyen y la cotorrita desesperada golpea nuevamente. El pájaro abre la puerta.
- pájaro, te pido por favor, déjame pasar, no me dejes aquí afuera.
- Vete cotorrita, ya te he dicho que no! – dice encolerizado y cierra de un portazo.
Las primeras gotas comienzan a caer, la cotorrita no se da por vencida y golpea nuevamente.
El pájaro abre y la cotorrita insiste:
- por favor pájaro, déjame pasar que llueve
- Dije que no hay lugar, cotorrita de mierda, vete, aquí no te quedaras y no vuelvas a insistir. Cierra de un portazo y comienza a diluviar.
Moraleja: Cuanto mas duro se pone el pájaro, mas se moja la cotorra.