Tres hermanas de 95, 93 y 91 años de edad vivían en su casa juntas. Una noche la de 95 años comienza a llenar la tina para darse un baño, pone un pie dentro de la tina, hace una pausa y grita:
¿Alguien sabe si me estaba metiendo a bañar o estaba saliendo de bañarme?
La hermana de 93 años le responde:
No sé, espera que subo para ver.
Empieza a subir las escaleras hace una pausa y grita:
¿Estaba yo subiendo las escaleras o las estaba bajando?
La hermana menor de 91 años estaba sentada en la cocina tomándose una taza de café y escuchando a sus hermanas. Mueve su cabeza y piensa: “En verdad espero nunca llegar a ser así de olvidadiza, toco madera”, toca tres veces la mesa para que se le conceda ese deseo y luego les responde:
Ahí voy a ayudarlas, solo déjenme ver quien esta tocando la puerta.
Moraleja: Al comunicarse siempre recuerde sus objetivos.