Juan y María, dos jóvenes campesinos, paseaban por el campo. María le pregunta a Juan:
«Oye Juan, ¿cómo sabe el potro cuando la yegua quiere?»
«Por el olor pues, María»
Siguen caminando y a poco andar: «Juan ¿Y cómo sabe el perro cuando la perra quiere?»
«Ya te dije, María: ¡por el olor!»
Más adelante, María vuelve a preguntar: «¿Cómo sabe el toro cuando la vaca quiere?»
«Ya pu's María, te lo he dicho: ¡por el olor!!»
«Oye Juan, ¿tu eres maricón o estás resfriado?»