Esto es una abuela que nunca se había montado en un coche, y ese día el nieto se ofrece llevarla a la capital. En eso que se monta y ve que el nieto, mueve el palo del cambio de marchas constantemente, y la abuela le dice: (Haciendo el gesto de coger el cambio de marchas)
- Tú hijo mío conduce que la gasolina ya la remuevo yo.